martes, 14 de abril de 2009

LA SOLUCION FINAL

La Solución final, también conocida como Solución final al problema judío (Endlösung der Judenfrage, en alemán), es el nombre del plan de la Alemania nazi para ejecutar el genocidio sistemático de la población judía europea durante la Segunda Guerra Mundial. Su puesta en práctica, conocida posteriormente como Holocausto o shoah, supuso la deportación sistemática y exterminio posterior de toda persona clasificada como étnicamente judía, con independencia de su religión. El término fue acuñado por Adolf Eichmann,[1] un funcionario nazi que supervisó en primera instancia la campaña, a la que antes se denominaba reinstalación.

En septiembre de 1919 Hitler escribió su primer documento político. En él señaló que la «cuestión judía» debía ser resuelta a través de la remoción total de los judíos de Europa, que debía ser llevada a cabo no de forma emocional, mediante pogromos o métodos similares, sino en base a una eficiente planificación. Para Hitler, «el tema judío era la cuestión esencial del nazismo».[2]

La persecución y segregación de los judíos fueron realizadas en varias etapas.[3] Después de que los nazis llegaran al poder a través del "Putsch de Röhm" , en el verano de 1934, el racismo impuesto por el estado acabó en legislación antisemita, con las "Leyes de Núremberg" aprobadas el 15 de septiembre de 1935 negando la ciudadanía del Reich a los judíos, y con la ley para la protección de la sangre, prohibiendo todo matrimonio mixto entre judíos y alemanes;[4] viéndose poco a poco despojados de todos sus derechos como ciudadanos.[5] Boicots, “arianización”, y los pogromos del 9 de noviembre de 1938, conocidos como la “Noche de los cristales rotos“ (Kristallnacht), cuando, 30.000 judíos fueron deportados en masa[4] a los campos de concentración de Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau.[5]

Con la política del terror se pretendía acelerar el proceso de emigración de los judíos. Con estos acontecimientos se encaminaban a aislar sistemáticamente a los judíos del resto de la sociedad alemana para posteriormente forzarlos a salir de Alemania.[4]

Seguidamente de la invasión alemana a Polonia en 1939 (el inicio de la Segunda Guerra Mundial), la política antisemita perpetró un detallado plan para concentrar y posteriormente aniquilar a los judíos en Europa.[3] Primero crearon guetos en el Gobierno General (un territorio en Polonia central y oriental en la cual los alemanes crearon un gobierno alemán) y el Warthegau (un área de Polonia occidental anexado a Alemania). Los judíos de Polonia y de Europa occidental fueron deportados a esos guetos.

Después de la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941, los Einsatzgruppen empezaron operaciones de matanza dirigidas a comunidades enteras de judíos.[3] Esta fue la primera vez que se utilizó el exterminio masivo y organizado como un método para resolver la cuestión judía.[2]

Las SS pronto organizaron los métodos de los equipos móviles - predominantemente fusilamientos o camiones de gas, llamados “camiones-fantasma”,[5] usados ya en 1940 para exterminar a los enfermos mentales de determinados hospitales psiquiátricos. Pero los consideraron como ineficientes y psicológicamente difíciles para los ejecutantes.

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